Ahora estamos acá pero hace tan sólo 20 horas estábamos allá. Allá empezamos el viaje con “overbooking” pero ya estamos todos acá. Acá son ahorita las 21.32 p.m. mientras que allá son las 04.30 a.m. Acá estamos ya con la “chelita” (cervecita) y allá seguramente retornando del sueño REM en su segunda vuelta. Acá estamos “recogiendo” un día cuando allá están a puntico de “agarrar” uno nuevo. Acá y allá las cosas no son tan diferentes…
Un día para recordar, sin duda. Un día largo lleno de primeras impresiones e intercambios tras 12h de viaje. Primeras impresiones que empiezan tras la ventanilla de un taxi que se abre paso entre la locura de coches y “pistas” (carreteras) sin carriles que lindan con el aeropuerto.
Te empiezas a familiarizar con los pitidos de unos y de otros, los giros de volante y los cruces sin ley. Empieza la aventura por las carreteras de la ciudad de Lima. Una ciudad que hoy nos recibe con el cielo gris que amenaza con una “lluvia hembra”: fina, constante y “jodienda”, ¡¡Bienvenidas chicas!!
Acá y allá las cosas no son tan diferentes…
Tras la conducción temeraria de nuestro encantador taxista limeño, llegamos al “Loki Hostel” (nuestra cadena oficial de hoteles del Perú) a las 7.00 a.m. Dejamos las maletas, tomamos unas pastas, “agarramos” (cogemos) nuestras guías y mapas, y nos dirigimos corriendo al oeste. Destino: El Pacífico. Se percibe el irreconocible olor a mar y, a los pocos minutos, se presenta frente a nosotros la inmensidad del no tan “pacífico” mar del Perú de colores grises y marrones que se entremezclan junto con la espuma de sus olas. Olas que rompen a lo lejos con surferos valientes (confundidos previamente por focas, rocas o sucedáneos) que las “agarran” con maestría. Mientras, nosotros somos espectadores desde lo alto del “barracón” partiendo del “Parque del Amor”, pasando por “El Parque del Faro” y terminando en el “Parque Yitzhak Rabin”. De vuelta al centro, al famoso y ansiado “Parque J.F.Kennedy”, nos hemos retirado unos metros para comer unas pizzas y espaguetis. Acá y allá las cosas no son tan diferentes…
Por la tarde tienen lugar más intercambios. Intercambios de cultura, gobiernos, experiencias de vida, profesiones, intereses y preocupaciones con personas que, generosamente, nos han organizado un planning los días de Perú y acogernos con la amabilidad que les caracteriza. Un encuentro muy rico en todos los sentidos que ha terminado con copa de vino en una mano y un “pinchito” en la otra. Acá y allá las cosas no son tan diferentes…
Y al repasar el día, queda la imagen de 6 personas metidas en un taxi, la grandeza del Pacífico, café sin leche o con “lechagua” o leche en polvo, la “chicha morada” hecha con maíz, el caos de la carretera (mejor “agarrar” la “ciclovía”), stop por “pare”, euros por soles, las múltiples tiendas de “cambio de moneda” donde te vendes al mejor postor, el intercambio cultural, el gobierno y la política de acá, el primer contacto con la situación social, el cambio de dos besos por uno y el aprendizaje de nuevo vocabulario: tomar, agarrar, coger, casaca, chévere, pucho, chela, acá, allá,…
Acá y allá las cosas son diferentes…y nos gusta!!
¡BIENVENIDO EQUIPO!
En el primer post ya habéis conseguido que me entren unas ganas inmensas de estar allí y poder disfrutar todo lo que estáis disfrutando! Seguid haciéndolo y seguid contándolo que desde acá estamos encantados de leeros y comprobar que estáis tan bien!! Os mando muchos besos, o mejor solo uno, como es costumbre por allá ;)
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